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A menos de 2 horas de Madrid, en la zona más elevada del precioso municipio cacereño de Madrigal de la Vera y dentro de su núcleo urbano, se sitúa este conjunto de parcelas, con unas vistas inmejorables y orientación Sur.
El conjunto dispone de todos los servicios municipales ya ejecutados: asfaltado, alcantarillado, luz y agua, para la construcción de un máximo de 9 viviendas unifamiliares, con 2 alturas. Se puede construir una promoción completa o bien de manera individual. La edificabilidad es de 0,79.
Hay una parte rústica, con una superficie de 5.000 m2 de olivar, y otra parte que es urbana; en concreto, en esta parte, se han hecho y registrado todas las cesiones correspondientes al Ayuntamiento, zona verde y aprovechamiento medio. Dentro del suelo urbano, hay 3 parcelas para construcción de viviendas de VPO y 7 son libres.
Las opciones de venta son diversas:
a)- conjunto completo de suelo rústico de 5.000 m2 más las 9 parcelas (1.462 m2): 355.000 euros.
b)- suelo rústico aislado: 60.000 euros.
c)- parcelas VPO (1, 2 y 3): 30.000 euros cada una.
d) -parcelas libres: 40.000 euros cada una (números 8, 9, 10 y 12)
e)- parcela libre número 7: 45.000 euros
f)- parcela libre número 13: 60.000 euros
El pueblo limita al norte con la sierra de Gredos, espectacular enclave muy turístico. La localidad es conocida como la "Galicia chica" por la abundancia de agua y sus pastos verdes en cualquier época del año. El embalse de Rosarito, con 86 millones de metros cúbicos, se llena de estación en estación; es una presa estacional y su principal función es laminar las avenidas y procurar una reserva estacional de agua para el regadío, abasteciéndose por la afluencia de sus innumerables y caudalosas gargantas.
Su temperatura oscila entre los 15 o 16 °C de media, siendo el pueblo de menor altitud de La Vera. El gran contraste de altura entre el pueblo (401 m) y la sierra de Gredos permite ver las cumbres nevadas del Almanzor (2592 m) y el pueblo con un sol radiante que invita a sus naranjos y cerezos a florecer, y a las palmeras a mirar a las nieves.
Por el pueblo pasa la carretera EX-203, que une Plasencia con la mayoría de municipios de La Vera. La EX-203 termina formalmente en el límite entre Madrigal de la Vera y Candeleda, a partir del cual se prolonga al este en las carreteras CL-501 castellano-leonesa y M-501 madrileña. La EX-203 se cruza en Madrigal con la EX-384, que hacia el sur da acceso a la Autovía del Suroeste.
Dispone de un colegio público, no cuenta con centros de enseñanza privada.
Tiene Centro de salud.
Localidad con gran tirón turístico, especialmente en Semana Santa y en los meses de verano, cuando la Garganta de Alardos atrae a un sinfín de turistas en busca de un baño refrescante. De antigua tradición es también la celebración de la Calbotá, el día de Todos Los Santos. Muy arraigada es la fiesta de Las Luminarias: el 7 de diciembre, víspera de la Inmaculada, los vecinos se reúnen en barrios, calles y plazas y se encienden grandes hogueras (luminarias), en las que se queman jaras, tomillos, romeros, escoberas e incluso enseres agrícolas y mobiliario inservible, lo que les da una posible intención de purificación, de acabar con lo viejo, y que se aprovechan posteriormente para asar piezas sobre todo del cerdo, que comen vecinos y visitantes.
Llámenos para cualquier consulta, estamos aquí para ayudarle.
Al lado de la Plaza de Ramales, este precioso piso se ubica en un representativo edificio del Madrid de los Austrias construido en el año 1.900, y está muy cerca de la Plaza de Oriente y el Teatro Real, en una tranquila calle junto a la Iglesia de Santiago y San Juan. Dispone de ascensor y es una planta 4ª, sumamente luminosa. La cocina y el salón son exteriores, compartiendo un espacio común y abierto a un bonito balcón desde el que se disfruta de unas estupendas vistas a los tejados del centro de la capital. La cocina se entrega completamente amueblada, con todos los electrodomésticos (placa, campana, horno, lavavajillas, frigorífico, lavadora y secadora). Cuenta con un dormitorio principal orientado a un patio interior con bastante luz natural, armario empotrado amplio y cuarto de baño incorporado. Hay un espacio situado junto a la cocina, que se puede emplear como segundo dormitorio para un invitado ocasional, un niño de corta edad o bien como un despacho/vestidor adicional. La estética de la reforma es muy moderna, ha conservado las vigas originales en el salón, lo que le dan un marcado carácter. Tiene calefacción por gas natural y aire acondicionado. Está listo para entrar a vivir. Existe la posibilidad de adquirir una o dos plazas de garaje (aparte del precio) en dos aparcamientos de residentes muy próximos a la vivienda.
Los gastos de comunidad son de 70 euros al mes aproximadamente.
El edificio está exento del pago del IBI.
La calle toma el nombre por el monasterio de la Visitación de Nuestra Señora de Monjas Franciscanas, vulgarmente llamado de Santa Clara que estuvo en este lugar hasta que fue derribado por orden de José I. Lo fundó doña Catalina Núñez, mujer de Alfonso Alvarez de Toledo, tesorero del rey Enrique IV y contador mayor de Castilla en tiempo de los Reyes Católicos, edificado aquí con la licencia del Pontífice Paulo II en 1470.
En las casas contiguas al convento, pertenecientes también al tesorero del rey, Alfonso Alvarez de Toledo, se alojó en ocasiones el propio rey y anteriormente su padre, Juan II. Se sabe además que en 1435 se hospedó en ellas el condestable don Álvaro de Luna, a la sazón, maestre de la orden de Santiago. Cuenta Mesonero que allí nacería su hijo Juan, señor del Infantado “siendo sus padrinos el rey y la reina que regalaron a la parida, doña Juana de Pimentel, un rubí de valor de mil doblas e hicieron celebrar grandes festejos por este motivo”. Deliciosa la prosa de don Ramón para cerrar esta referencia sin olvidar decir que en la propia calle hay una placa donde se hace mención a estos visitantes y otro no menos famoso y trascendente para la historia de España, don Enrique de Trastamara.
La tradición dice que quince días antes de la boda, las amigas de la novia deben llevar una docena de huevos a Santa Clara para que el día de la boda haga buen tiempo.
Esta tradición de los huevos a Santa Clara no se sabe muy bien de dónde viene, pero es algo con lo que hemos crecido y que todo el mundo conoce.
Hace años las monjas Clarisas, con los huevos de las ofrendas de las novias, elaboraban pastas y dulces artesanos que posteriormente vendían. Pero de unos años aquí, se han disparado tanto las ofrendas de huevos a Santa Clara, que en algunos conventos te decían que no a los huevos. Parece que la normalidad se ha retomado en el sector y ya todas las Clarisas vuelven a recoger las ofrendas, lo cual es genial, porque las Clarisas siguen haciendo esos maravillosos dulces y las novias tranquilas porque ya han hecho todo lo que está en su mano para asegurarse el buen tiempo en su boda.
En el número 3 de esta calle una placa recuerda la casa donde vivía y se suicida Mariano José de Larra en la mañana del 13 de febrero de 1837, a los 27 años de edad.
Parcela de 266 m2, con una edificabilidad de 0,79 (210 m2).
A menos de 2 horas de Madrid, en la zona más elevada del precioso municipio cacereño de Madrigal de la Vera y dentro de su núcleo urbano, se sitúa este conjunto de parcelas, con unas vistas inmejorables y orientación Sur.
El conjunto dispone de todos los servicios municipales ya ejecutados: asfaltado, alcantarillado, luz y agua, para la construcción de un máximo de 10 viviendas unifamiliares, con 2 alturas. Se puede construir una promoción completa o bien de manera individual. La edificabilidad es de 0,79.
Hay una parte rústica, con una superficie de 5.000 m2 de olivar, y otra parte que es urbana; en concreto, en esta parte, se han hecho y registrado todas las cesiones correspondientes al Ayuntamiento, zona verde y aprovechamiento medio. Dentro del suelo urbano, hay 3 parcelas para construcción de viviendas de VPO y 7 son libres.
Las opciones de venta son diversas:
a)- conjunto completo de suelo rústico de 5.000 m2 más las 10 parcelas (1.462 m2): 396.000 euros.
b)- suelo rústico aislado: 60.000 euros.
c)- parcelas VPO (1, 2 y 3): 30.000 euros cada una.
d) -parcelas libres: 40.000 euros cada una (números 8, 9, 10, 11 y 12)
e)- parcela libre número 7: 45.000 euros
f)- parcela libre número 13: 60.000 euros
El pueblo limita al norte con la sierra de Gredos, espectacular enclave muy turístico. La localidad es conocida como la "Galicia chica" por la abundancia de agua y sus pastos verdes en cualquier época del año. El embalse de Rosarito, con 86 millones de metros cúbicos, se llena de estación en estación; es una presa estacional y su principal función es laminar las avenidas y procurar una reserva estacional de agua para el regadío, abasteciéndose por la afluencia de sus innumerables y caudalosas gargantas.
Su temperatura oscila entre los 15 o 16 °C de media, siendo el pueblo de menor altitud de La Vera. El gran contraste de altura entre el pueblo (401 m) y la sierra de Gredos permite ver las cumbres nevadas del Almanzor (2592 m) y el pueblo con un sol radiante que invita a sus naranjos y cerezos a florecer, y a las palmeras a mirar a las nieves.
Por el pueblo pasa la carretera EX-203, que une Plasencia con la mayoría de municipios de La Vera. La EX-203 termina formalmente en el límite entre Madrigal de la Vera y Candeleda, a partir del cual se prolonga al este en las carreteras CL-501 castellano-leonesa y M-501 madrileña. La EX-203 se cruza en Madrigal con la EX-384, que hacia el sur da acceso a la Autovía del Suroeste.
Dispone de un colegio público, no cuenta con centros de enseñanza privada.
Tiene Centro de salud.
Localidad con gran tirón turístico, especialmente en Semana Santa y en los meses de verano, cuando la Garganta de Alardos atrae a un sinfín de turistas en busca de un baño refrescante. De antigua tradición es también la celebración de la Calbotá, el día de Todos Los Santos. Muy arraigada es la fiesta de Las Luminarias: el 7 de diciembre, víspera de la Inmaculada, los vecinos se reúnen en barrios, calles y plazas y se encienden grandes hogueras (luminarias), en las que se queman jaras, tomillos, romeros, escoberas e incluso enseres agrícolas y mobiliario inservible, lo que les da una posible intención de purificación, de acabar con lo viejo, y que se aprovechan posteriormente para asar piezas sobre todo del cerdo, que comen vecinos y visitantes.
Llámenos para cualquier consulta, estamos aquí para ayudarle.